La primera iglesia cristiana
Inscripción romana utilizada como altar en la Antigüedad Tardía. De los cimientos de Santa Maria del Pi
… partiendo de Francia, Daciano entra en España y atormenta gravemente a Félix, Cucufate y a Eulalia (santos de Gerona y de Barcelona) y a otros, cuyos nombres sería largo escribir …
… tras Zaragoza … Compluto … Elbora … Ávila ….
... ingresa en la ciudad emérita y derrama la sangre matando cruelmente a muchos, entre ellos a Eulalia (la santa de Mérida) ….
De la Passio de Communi del siglo VII, tal como figura en el Breviario Mozárabe, según Fábrega (1954; 29)
La iglesia martirial de Santa Eulalia frente a la puerta oeste de la ciudad
A partir del 312 d.C. - poco después de la victoria de Constantino - en todo el Imperio las tumbas de muchos mártires de gran devoción se fueron trasladando a una iglesia martirial (martyrium) que se construía en el lugar de su suplicio (Ponsich, 1770: 183-189; Pla Cargol, 1951: 71-72; Fábrega, 1958: 117-124; Krautheimer, 1986: 518).
De esta forma, la huella de un anfiteatro (o Arenas) entorno a una antigua iglesia dedicada a Santa María, - la iglesia del Pi – ha traído inevitablemente a la memoria a la tradicional Santa María de las Arenas, donde se decía se recuperó el cuerpo de la mártir Santa Eulalia en el siglo X.
Lo usual en Roma era que los martirios, - todas las ejecuciones -, fuesen públicas (Garrido, 2000: 53-54). De esta forma, durante las persecuciones, los santos sufrieron su tormento delante de muchos testigos.
Solo así cualquier ejecución tendría socialmente el efecto aleccionador buscado pragmáticamente por los magistrados romanos.
Y es por ello que tantos mártires, muchos de ellos vivos en la memoria reciente del pueblo, se recordaban y veneraban. En la iglesia de los siglos IV y V el culto a los mártires era muy predominante34.
Con frecuencia, los suplicios eran en las puertas de las ciudades, pero también se relatan suplicios en los anfiteatros y en los mercados.
Según la cronología de la persecución de Diocleciano, entre los años 284 a 303 d.C. - entre los cuales se estima el martirio de Santa 33 Veansé: Acta Sanctorum (varias ed.), RUINART, T,. 1689, Acta primorum martyrum sincera, París, (última ed. Ratisbona 1859). SCHWERD, A., 1898-1901, Lateinische Märtyrerakten, Munich, HENRI QUENTIN, H., 1908, Les martyrologes historiques au moyen Age, París. GROSSI-GONDI, F., 1919, Principi e problemi di critica agiografica, Roma. RÜTTEN, F., 1955, Lateinische Märtyrerakten und Märtyrerbriefen, 3.ª ed. Münster, GÓNZALEZ, R., 2000, El culto a los mártires y santos en la cultura cristiana, Kalokoricos, 5. QUASTEN, J., 2004. Patrología I. Biblioteca de Autores Cristianos. Y muchas obras más.
Eulalia de Barcelona
El anfiteatro de Barcino ya estaría en gran parte destruido por razones militares. Y dado que en las puertas más importantes de las ciudades se formaban bulliciosos mercados, lo más probable sería que Santa Eulalia hubiese sido martirizada delante de alguna de las puertas de Barcino.
Las vías de comunicación más populares y frecuentadas, procedentes del Pla de Barcelona, de la Gallia o de Tarraco, llegaban a la puerta norte del decumanus o a la puerta oeste del cardo maximus de Barcino.
En cambio, durante el Imperio, la puerta sur se abría hacia la corta plataforma del puerto. Y de la puerta este del cardo maximus salían caminos menos importantes -.
Es al lado de la puerta oeste del cardo maximus, junto a la iglesia del Pi, donde hasta el siglo XIV existía la plaza Arenaria (o de las Arenas), De ella hemos ya tratado, al referirnos al anfiteatro de Barcino. Y donde abundan los nombres de lugar sobre Santa Eulalia.
A ello se puede añadir el hallazgo reciente de un altar tardo-antiguo en los cimientos de la iglesia de Santa Maria del Pi y la sugestiva presencia del huerto de La Palma junto a la iglesia del Pi.
De esta forma, dentro de la ausencia de datos más concretos, la puerta oeste del cardo maximus, que al menos hasta el siglo XIII fue la puerta medieval de Santa Eulalia, sería el lugar más verosímil para el martirio de la Santa. Y por lo tanto el lugar más probable de su iglesia martirial, que las tradiciones relacionan con unas Arenas, - que realmente unos años antes habían estado muy próximas.
El huerto de La Palma Manuscritos del siglo Xse refieren a un lugar llamado La Palma en las cercanías del templo de Santa Maria del Pi 35. Es decir al oeste de la ciudad y cercano a la puerta de Santa Eulàlia. En diversos lugares, La Palma aludía a espacios situados cerca de otras iglesias martiriales. Según Duran y Sanpere, La Palma estaría entre Las Ramblas y esta iglesia. Y él se sorprendía que Santa Maria del Pi no fuera una iglesia martirial (1972: 477). Pero al identificarse ahora a la iglesia de Santa Maria del Pi como procedente del templo martirial de Santa Eulalia desaparecería la anomalía. Una relación antigua, pero olvidada, de esta iglesia con un o una mártir es un nuevo indicio sugerente de que la iglesia de Santa Maria del Pi hubiera podido ser la documentada domus Sanctae Mariae, en donde se recuperó el cuerpo de la Santa el año 878 d.C. Tenemos como ejemplos que sobreviven actualmente en Barcelona: -la calle de La Palma de Sant Just, junto a la iglesia de Sant Just i Pastor de Barcelona, antes iglesia de los Mártires. Documentada desde el año 801 d.C. -y la calle de La Palma de Sant Genis cerca de la iglesia de Sant Genís dels Agudells en la parte alta de Horta. Dedicada a dos mártires del mismo nombre indistintamente, Documentada desde el año 931 d.C. Como en el caso de Santa María del Pi, se considera que estas dos iglesias están entre las más antiguas de Barcelona. En Sant Just i Pastor se está excavando actualmente lo que se sospecha sería el baptisterio de una primitiva catedral católica del siglo V o VI.
La discusión sobre la existencia en Sant Genis de una iglesia anterior a la invasión musulmana sigue abierta.
Indicios arqueológicos de una iglesia tardo-antigua bajo Santa María del Pi En la cata 1 de la intervención del año 2007, se encontró una tumba femenina a unos 2 metros de profundidad, orientada hacia el centro de la iglesia del Pi (Miquel, 2010). Sepulturas orientadas hacia un lugar de intensa veneración, como la tumba de una mártir, son una constante en la Antigüedad Tardía. Una tumba no implica una necrópolis romana, pero solo se excavaron
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En el año 991 d.C.- simul cum orto quod ipse bonus homo habebat forinsecus prope civitatis Barchinone ubi dicunt ad ipsa palma de sancta Maria de ipso pino convicina - (Más, 1914, Vol. 13, Apéndice XXIII: 268).
Otro pergamino del 3 de Marzo del año 1018 d.C. habla de una permuta de un huerto y sus pertenencias situado ante muros civitatis Barchinona in termino vel prope de ipsa Palma hecha por Pons, levita (o sea diácono). Es el documento 374 de la “Rubrica dels Libri Antiquitatum de la Seu de Barcelona” (Más, 1 14, Tomo : 168).
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a esta profundidad unos pocos metros cuadrados. Este espacio ha sido un cementerio hasta la época moderna. Y no se dispone de una datación de los abundantes restos humanos que se hallaron en el osario descubierto por los excavadores en esta Cata 1. Osario que contiene fragmentos de cerámica de los siglos I al XVII. Esta mínima excavación no permite confirmar la existencia en este lugar de una necrópolis durante la Antigüedad Tardía. Aunque pudiera haber existido alrededor, a más de 2 metros de profundidad, en el nivel de los restos en la cercana plaza de la Vila de Madrid. En la cata 2 de esta intervención, unos metros en el exterior de la silueta elíptica, formando parte de los cimientos de la puerta principal de la iglesia gótica de Santa María del Pi, se halló un bloque con una inscripción romana, reutilizado como altar cristiano (Miquel, 2010). En su parte superior tiene una cavidad (loculus) para colocar las reliquias (fig. VI-1).
Según Ripoll y Chavarría y según Beltrán de Heredia, en la Antigüedad Tardía se encuentran altares similares reutilizados (Ripoll, Chavarría, 2005: 29-47; Beltrán de Heredia, 2010: 44). Es otro interesante indicio de la existencia de una iglesia tardo-antigua cercana a la actual iglesia del Pi y a la puerta de Santa Eulalia de la muralla, al oeste de la ciudad. Figura VI-1. Inscripción epigráfica hallada en la cata 2 de la intervención arqueológica del año 2007 en la iglesia de Santa María del Pi. Posiblemente reutilizado como altar cristiano; con su loculus para reliquias en la parte superior.
Fotografía del autor.
La calle Argenteria
De la puerta este de la ciudad, donde ahora está la plaza del Ángel salía una vía en dirección noreste que conectaba con la vía Augusta en dirección a la Gallia y Roma. Salía además otra vía en dirección sudeste, con un recorrido muy similar a la actual calle Agentería. Esta vía se ha datado en el siglo I d.C. y ha originado diversas especulaciones, Pero por la fecha no tiene nada que ver con la tumba de Santa Eulalia o una posible capilla. Ya más tarde, tras los duros episodios de fines del siglo III, el espacio parece degradarse y durante siglos una larga lengua arenosa junto a la playa será usada como una humilde necrópolis. El espacio y su morfología lacustre está documentado en la Alta Edad Media y los sedimentos en esta área no ofrecen duda (Juliá, Riera 2014).
La tumba de Teodosio, el hijo de la co-emperatriz Gala Placidia
Según Olimpiodoro de Tebas, - historiador en el séquito de Ataúlfo, y por tanto contemporáneo a los hechos -, en el año 413 d.C. muere en Barcelona Teodosio, hijo de Ataúlfo, rey de los visigodos y de la emperatriz Gala Placidia (Blockley, 1985: 188-189). Teodosio es enterrado en una iglesia situada “delante de Barcelona”. Las traducciones del texto en griego hechas por Blockley y por otros historiadores, no recogen literalmente el significado de , que en este caso es adverbio de lugar y debe traducirse como “delante de” o “enfrente de” (Liddell y Scott, 1 66: 1465).
Entonces, señalaría una iglesia extra-muros, cerca de la entrada de la ciudad e inevitablemente visible al llegar a ésta. Fita traduce el término en griego como “delante de las puertas de Barcelona” y Sales como “inmediata a la muralla de Barcelona”. Hasta este momento se ignoraba la situación precisa de este templo (Beltrán de Heredia, 2008: 286). Considerando el entorno histórico, todos los autores, con la excepción de Mayer (Mayer, 1996: 20-21), atribuyen a santa Eulalia la iglesia martirial descrita por Olimpiodoro (Fita, 1900: 254; Duran i Sanpere,1943: 65-69 y 1972: 22; García Moreno, 1977-1978: 311-321; Sales 2003: 323 y 2004: 53-58).
Santa Maria del Pi
Está situada a unos 80 metros, precisamente delante de una de las puertas más importantes al oeste de la ciudad y junto al ramal que la conectaba directamente con la Via Augusta. Sería inevitable ver la iglesia paleocristiana, que debiera ser antecesora de la iglesia del Pi, al llegar a la ciudad. Por ello el término “delante de Barcelona” es la descripción más espontánea que hay que esperar de un visitante que entra y sale de la ciudad por un camino importante y transitado regularmente. Como sería entonces la vía que unía Barcino y Tarraco y la salida del reducido recinto amurallado hacia los suburbios de la ciudad (fig. VI-2).
Santa Maria del Mar está a unos 250 metros de la puerta este de la ciudad. Puede aceptarse que en el siglo V el lugar se considerase relativamente cercano, pero no tiene una perspectiva que la sitúe “delante de Barcelona”. No se trata de un lugar de paso hacia la puerta de Barcino. En su posición, hubiera cabido esperar que se describiese tal emplazamiento como “junto al mar”, tal como esta iglesia se encontrará citada en los manuscritos de los siglos X al XIII.
De esta forma, los usos y costumbres romanos, la toponimia cercana a la iglesia del Pi, el altar tardo-antiguo hallado el año 2009 y la traducción semánticamente fiel del fragmento de la historia de Olimpiodoro de Tebas del siglo V, contribuyen a sugerir de nuevo la probable localización de la tumba de santa Eulalia cerca de la silueta elíptica del anfiteatro. Y por tanto nos indican la situación más probable de su iglesia martirial.
Tradiciones Entre los escasos documentos del Archivo de la Parroquia de Santa Maria del Pi sobre su antigua historia, sobresale la narración de Cabanes y Escofet. El manuscrito inédito de Cabanes y Escofet es el más antiguo que se ha encontrado y el primero que habla de una iglesia anterior a la actual, en el siglo V (Cabanes, 1840).
Todos los demás documentos del Archivo de la Parroquia de Santa Maria del Pi sobre la historia antigua de la iglesia parecen inspirarse en este. Cabanes cita repetidamente a Pujades (sin dar detalles) a lo largo de su tesis sobre un origen de Santa Maria del Pi en el siglo V. Tras esta primera iglesia paleocristiana se habla de sucesivas reconstrucciones en los siglos VII (¿La fundación del monasterio de Santa Eulalia de las Arenas por el obispo Quirico que veremos?), IX (¿Tras el duro sitio franco de Barchinona y la recuperación de la tumba de santa Eulalia?) y XI (¿Tras las destrucciones de Almanzor?), antes de la fábrica gótica actual. Sorprende que esta secuencia se pueda correlacionar correctamente con documentación de las distintas épocas que se detallará más adelante. Cabanes cita específicamente la fecha del 413 d.C. en relación con la ampliación de una iglesia anterior, obra que se dice fue necesaria por “el crecimiento de la población del arrabal del Pi como consecuencia de la llegada de desplazados por los saqueos de vándalos y alanos” (sic). Siendo así la iglesia más antigua de Barcelona. Pero no se conoce una relación con Ataúlfo y Gala Placidia ni con la tumba de su hijo Teodosio en el año 413, tal como lo relata Olimpiodoro. Se cita también la placita del Pi detrás del ábside (plaza del escultor Amadeo entonces) como el lugar probable de los restos de la iglesia más primitiva. Hay que observar que muy al principio del siglo V, una iglesia extra-muros delante de la puerta de la muralla sería muy probablemente una iglesia martirial. Y que Santa Eulalia ha sido siempre reconocida como la mártir más significativa de Barcelona. Salvo quizás algunas iglesias de Roma y de los Santos Lugares, todas las iglesias cristianas construidas en los siglos IV y V en provincias eran iglesias martiriales. Pero en el Archivo del Pi no se habla de Santa Maria de las Arenas, ni de la tumba de Santa Eulalia, ni de un posible anfiteatro (Cabanes, 1840; Roca Cornet, 1886; Miralles i Zamora, 1978; Vergés 1992). El conjunto de los escritos en este Archivo Parroquial hace pensar en tradiciones o documentos de algún historiador de años o siglos anteriores a la primera mitad del siglo XIX. Estos textos no se han localizado. Pero por lo que parece, evocarían parcialmente al estudio que se presenta aquí. Lamentablemente, Cabanes no indica fuentes comprobables más antiguas.
¿El primer templo de Barcelona?
Vinyoles i Vergés señalaban que un templo que fuese la sede episcopal de Barcino está implícitamente atestiguado por las actas del Concilio anti-arriano de Sardica (o Sardis, la actual Sofía en Bulgaria) que fue presidido por el cordobés Ossio (Hosius) en el 343 d.C. A este concilio asiste Praetextatus como obispo de Barcelona. (Es el primer obispo documentado de Barcelona) Según Vinyoles i Vergés no podría existir un obispo sin tener una iglesia que le sirviera de sede. El templo mismo aparece mencionado en una carta de San Paulino de Nola a Sulpicio Severo del 394 d.C. Todavía hoy se ignora adonde estaba situado este templo (Ponsich, 1770: 23; Turner, 1930; Vinyoles y Vergés, 1992: 155).
Aquella iglesia que estaba delante de Barcino según Olimpiodoro, forzosamente debía existir antes de morir Teodosio, el niño de Ataulfo y Gala Placidia, en el año 413 d.C. Debía ser ya reconocida como el lugar más apropiado de Barcino para la tumba de un príncipe imperial y cristiano, no solo a juicio de los reyes sino también de los obispos, de la corte goda y de la población hispano-romana; y esto requiere su tiempo. Entonces esta iglesia cristiana ya existiría a fines del siglo IV y debía ser católica romana, porque Gala Placidia era una devota cristiano-romana (Orosio, 1982, VII: 27). Y, con Ataúlfo, el arrianismo de los godos estaría recién llegado a Barcino. Ataúlfo, su familia, su corte y el obispo arriano con seguridad estaban instalados intra muros. Si al menos una iglesia existía en Barcino durante el siglo IV y admitiendo que todavía no existiese un conjunto episcopal intra-muros (Vinyoles y Verges, 1992: 155-170), resulta incluso posible que durante buena parte del siglo IV y principios del V solo existiese la iglesia de Praetextatus, la que también cita Olimpiodoro y que sugiere Cabanes. Y de esta manera la iglesia martirial de Santa Eulàlia próxima a los restos de las Arenas de Barcino, pudiera haber actuado como la sede episcopal de Barcino, habiendo sido fundada antes del año 343 d.C.
De forma similar se afirma que la iglesia martirial de Sant Feliu extra-muros fue la sede episcopal en Gerunda durante la Antigüedad Tardía. Sant Feliu muere el año 304 d.C. en Gerunda. La iglesia martirial de Sant Feliu se encuentra a unos escasos 60 metros frente a una puerta de esta ciudad. Es un caso parecido y muy próximo a la del martirio de Santa Eulalia (Pla Cargol, 1951: 71-72).
Según San Agustín y Prudencio, la iglesia martirial dentro del anfiteatro de Tarraco, que está también a las puertas de la ciudad, puede corresponder a Fructuoso, Augurio y Eulogio, martirizados en el anfiteatro (otro espacio con mucho público) en el 259 d.C. (Godoy, 1994: 120-182). La existencia histórica de Santa Eulalia, su hagiografía o la autenticidad de sus reliquias, escapan de este trabajo. No se conocen documentos sobre Santa Eulalia anteriores al siglo VII, e incluso estos se han cuestionado en ocasiones. Como tampoco existían restos arqueológicos de tanta antigüedad, diversos autores han aventurado que Santa Eulalia de Barcelona se trataba de una copia clónica de la Santa Eulalia de Mérida, difundida por los conquistadores francos del siglo IX36. Pero ahora, localizada su iglesia martirial, puede deducirse con una alta probabilidad, que la devoción a esta Santa en Barcino o la Barchinona medieval era muy anterior. Era ya intensa a fines del siglo IV, solo unos cien años más tarde de la supuesta fecha de su martirio.
36 Esta controversia y sus argumentos se expone en detalle en Fábrega y otros autores (Moretus, 1911; Fábrega, 1958: 11-21; Mateos, 2002: 241-261; Berger, Brasseur, 2004: 25-44).
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El más antiguo documento sobre Santa Eulalia de Barcelona Prescindiendo de las frases de significado secundario, el texto latino de la persecución de Daciano en el Breviario Mozárabe (Toledo a fines del siglo VI) dice así: Primun namque Galliam, ut lupus cruentus intravit (Datianus): ibique exsatiatus sanguine martyrum ac calavera crapulatus, ructans. Spaniam ingressus est: Felices, Cucufatem, Eulaliam et alios, quórum nomina longum est scribere, gravissimis tormentis afficiens, Deo animas consecravit inocuas. Ac post inde Cesarauigustam, quasi leo frendens, arripuit …. Inde alacri profectu complutensem ingreditur civitatem; protinus pro cuore lac, truncatis corporibus, fundensgeminas margaritas … Iustum et Pastorem a terra ad coelos per feralem impietatem pius Dominus suscepit. Deinde adveniens toletanam urbem … reperit Locadiam. …. Properans atque Elboram, officium omne praemonet suum. … Statimque, compertum adolescentem quedam nomine Vicentium …, Quem cum Sabina rt Christeter, eius sororibus, in abelensem urbem persequens, digna Christo munera dedicavit. Profectus ab Elbora, emeretensem igreditur civitatem …, multosque, sanctorem crudeliter sanguine fuso, transmissit ad Dominum; inter quos Eulaliam, multis cruciatibus multisque verberibus afflictam, igna adplicito, Domine consecravit …. (Fábrega, 1958: 29) …
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Por otro lado el Martyrologium Hieronyminianum es un testimonio de que, también se conocía en la Francia central una devoción a tres “Santa Eulalia”. Al menos desde fines del siglo VI, si no antes. Una de ellas con la misma fecha en el santoral que la Santa barcelonesa y otra con la fecha de la de Mérida (Fábrega, 1958: 75-7 , Bernal, 1 4, 251, 276). ….. Como Prudencio residió en Mérida, la Santa Eulalia de Merida viene citada en su Peristephanon del siglo IV. Pero no la Santa de Barcino, ciudad que él nunca visitó. A partir de entonces, ambas Eulalias son frecuentes en martirologios, santorales y misales tanto en España como en Francia, Inglaterra e Italia. Siempre mantienen sus fechas del calendario. Se dan sin embargo confusiones incidentales (Beda, Historia eclesiástica gentis anglorum). Pese a lo inexacto de la transmisión oral, son perceptibles dos tradiciones diferentes sobre su martirio, la tradición mozárabe y la gala. Los obispos denunciaban que, a fines del siglo III, el Donatismo causaba estragos en la sociedad cristiana. Demasiados fieles buscaban activamente el martirio para alcanzar la santidad. Es el escenario adecuado para que en todo Occidente diversas jóvenes provocasen con su elocuencia y en público a la autoridad negando públicamente la divinidad del Emperador. Las hagiografías de las dos Eulalias, eran diferentes, pero ambas resaltan el ataque verbal a la autoridad. Y, en griego, Eulalia significa elocuente. Posiblemente, Eulalia, se tratase de un apodo que, pocas décadas antes del reconocimiento del cristianismo por Constantino, reflejaba la razón de los cruentos martirios de dos jóvenes donatistas.
Todo ello son indicios suficientes, que llevan a proponer que una posible iglesia martirial dedicada a Santa Eulalia hubiese llevado a que la inmediata puerta oeste de la antigua ciudad romana recibiera el nombre de esta Santa. Y que a partir de ello calles y pasajes cercanos, pronto o tarde, recibieran también este nombre. Sería también razonable esperar que todos los topónimos tan cercanos sobre Santa Eulalia compartieran este origen común. Pero será a través de las fuentes escritas que se llegue a confirmarlo gracias a la probable identificación y localización del “Camp de Santa Eulàlia”, cuya posición se desconocía recientemente. Este es el topónimo documentado sobre esta Santa con mayor antigüedad (s. IX).
La hipótesis frecuente del martirio de Santa Eulalia en una lejana necrópolis, o un aislado poblado de pescadores cerca de la playa, donde está ahora Santa Maria del Mar, sería un caso realmente atípico y fuera del contexto de su época y de su ciudad. Sin público tal martirio hubiera además pasado desapercibido, sin generar devoción. Y todavía hoy no tiene ningún paralelo, ni soporte arqueológico, documental o toponímico fiable. Estando por otro lado en conflicto con la geomorfología antigua del Arrabal del Mar (Juliá, Riera, 2014).
Toponimia relacionada con la iglesia dedicada a Santa Eulalia La elipse del hipotético anfiteatro de Barcino, fosilizada en el tejido urbano, y que engloba la iglesia gótica de Santa Maria del Pi, está en relación con toda una serie de topónimos que apoyan directamente a la localización de esta estructura en esta zona. La huella de un anfiteatro (o Arenas) entorno a una iglesia dedicada a Santa María, - la iglesia del Pi - relaciona al anfiteatro con las tradiciones sobre la iglesia martirial de Santa Eulalia de Barcelona. Que, como hemos visto sería muy probablemente la iglesia más antigua de la ciudad. Se ha hablado ya de la plaza Arenaria (o de las “Arenes”) cerca de la iglesia y las murallas, del huerto de La Palma entre la iglesia de Santa Maria del Pi y Las Ramblas y avanzado la noticia de múltiples topónimos sobre Santa Eulalia. De esta forma, la posición del hipotético anfiteatro de Barcino estaba rodeada de diversos nombres de lugar recordando a la mártir Santa Eulalia y a unas Arenas. Ha sido entonces obligado explorar estas circunstancias. Es a través de una cascada de topónimos y de lugares citados en los manuscritos de la época, indicios que han ido apareciendo a lo largo de estos últimos años, que la hipótesis del anfiteatro se ha afianzado y conduce además a confirmar a Santa Maria del Pi como la localización más probable de la iglesia martirial de Santa Eulalia, patrona de la ciudad. La evidencia que se presentará puede no ser absoluta, pero sí es una documentación abundante, coherente y creíble, muy de acuerdo con los demás indicios en Barcino y con lo acontecido en otros lugares. Por otro lado, la alternativa que todavía aún se defiende – identificando a la iglesia de Santa María del Mar con Santa María de las Arenas y la tumba de Santa Eulalia - solo se apoya en tradiciones aparecidas muy tardíamente (s. XIV) 37. Y no concuerda en absoluto con la geomorfología y la historia del entorno de Santa María del Mar. Razonablemente, esta iglesia de Santa Maria de les Arenes debiera proceder del monasterio que el obispo Quirico (mediados del siglo VII) dedica a Santa Eulalia sobre la capilla martirial y tumba de la santa según su himno. Himno que se conserva en el Breviario Mozárabe (Fábrega, 1958; Conde, 2013). Siguiendo los usos visigóticos, el monasterio fundado por Quirico se llamaría entonces Santa Eulalia de las Arenas.
La gran mayoría, casi la totalidad, de las iglesias visigóticas toman el nombre de un Santo y el de un lugar. Eulalia indicaría la dedicación del templo a la Santa. Y de las Arenas indicaría el antiguo entorno del monasterio. Allá donde habían estado las Arenas (el anfiteatro) de la ciudad romana hasta fines del siglo III y donde todavía estaba la plaza Arenaria (estuvo hasta el siglo XIV). Posiblemente por la llegada de los musulmanes a principios del siglo VIII, la tumba fue cuidadosamente escondida. Como el nombre de Eulalia hubiera delatado a la tumba de la Santa, así el supuesto monasterio de Santa Eulalia de las Arenas pasó a ser la parroquia de Santa María38. Santa María siempre ha sido objeto de respeto y devoción por los musulmanes. Así pudiera haberse originado el nombre tradicional de Santa María de las Arenas. Aunque sorprende que este nombre no se haya encontrado documentado antes del siglo XIV. Se conoce que Barcelona fue rendida sin oposición a los invasores musulmanes. A lo largo de sus conquistas el pacto de
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La referencia más antigua que se tiene sobre la tesis de Santa Maria del Mar como lugar donde se recupera la tumba de la Santa es la inscripción en el magnífico sepulcro en la cripta de la catedral de Barcelona. Es del año 1339 o posterior. Más de un milenio después de su martirio y 450 años después de la recuperación del cuerpo de la Santa en la Domus Sanctae Mariae Virginis.
Hasta ahora se había supuesto que Santa María de la Arenas tenía relación con su proximidad a la playa.
38 Era relativamente frecuente que las iglesias de los monasterios fueran usadas como parroquias.
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Sumisión preveía que algún templo se respetaría para el culto cristiano. La tumba es olvidada y no será recuperada hasta el siglo IX por el obispo Frodoino en la domus Sanctae Mariae Virginis39. Las actas que documentan la recuperación de la tumba hacen constar que el hallazgo fue posible gracias a los recuerdos de un monasterio y de un himno a la Santa. Muy posiblemente los del obispo Quirico.
39 Manuscritos 105 Sanctorale (Flores Sanctorum) fols. 72c-73c., el 104 Sanctorale primum seu vetustius, fols. 197b-199c y el manuscrito 108 Sanctorale (pars tertia) fols. 74r-77r. Fábrega considera las copias fiables (Fábrega, 1958).
Sobre Sancta Eulalia y la terra de Sancta Eulalia
La puerta oeste del claustro de la Catedral siempre se ha llamado “porta de Santa Eulàlia”. Todavía se llama hoy “baixada de Santa Eulàlia” a la calle que desde esta puerta de la Catedral, desciende hacia la calle del Call.
Actualmente se llama “del Arc de Santa Eulàlia” a uno de los callejones transversales que parten desde la calle de la Boqueria hacia la calle Ferrán. Esta pequeña calle estaría prácticamente en contacto con el primitivo solar del anfiteatro.
Es solo a partir del siglo XIV que la antigua calle de Santa Eulàlia pasa a llamarse calle de la Boqueria (Bofarull, 1855, 35; Pi, Arimón, 1854, 219). Bofarull explica que la porta de Santa Eulàlia de la muralla romana estaba al principio de la calle medieval de Santa Eulàlia. Y añade algo más adelante que el Castell Nou, del cual formaba parte la Torre de Catón, se llamó también prisión de Santa Eulalia. Todos estos lugares estaban junto a la puerta oeste del cardo maximus sobre la actual calle del Call (Bofarull, 1855: 197 y 218; Balaguer, 1866: 400).
La puerta de Santa Eulàlia de la muralla romana En los siglos XIII a XV, en versiones tardías de tradiciones más antiguas (la Crónica de Sant Pere de les Puel∙les y el Llibre dels Reis), se interpreta equivocadamente que la puerta de Santa Eulàlia es la puerta este del cardo maximus, en vez de la puerta oeste. Junto a esta puerta, erróneamente nombrada, estaba situada la plaça del Blat o del Froment. De esta forma se sitúan por error, tanto un milagro tradicional durante la traslación del cuerpo de la Santa a la catedral, como la ubicación de los terrenos donados al monasterio de Sant Pere de les Puel∙les por Ludovico Pio. La anomalía es claramente perceptible en Balaguer, que recoge diversos documentos sin analizarlos, y por ello se contradice sobre la posición de la puerta de Santa Eulàlia (Balaguer, 1866, I: 59-61, 125-126, 400). Cualquier versión que recoge fielmente la toponimia más antigua es probablemente la más cercana a los hechos.
Figura VI-2. Lugares citados en Barcino y su entorno.
1- Catedral de la Santa Creu y de Santa Eulàlia, 2- Iglesia de Santa Maria del Pi, 3- Iglesia de Santa Maria del Mar, 4- Monasterio de Sant Pere de les Puel∙les, 5- Monasterio de Santa Eulàlia del Camp según Duran i Sanpere, 5’- Monasterio de Santa Eulàlia del Camp según Fábrega, 6 y 7- Posición aproximada de citas de la terra de Sanctae Eulaliae, 8- Situación aproximada de citas de la terra de Sanctae Mariae, 9- Huerto o lugar de la Palma, 10- plaza Arenaria, 11- Puerta de Santa Eulàlia del claustro de la Catedral, 12- Baixada de Santa Eulàlia, 13- Calle de Santa Eulália (hoy de la Boquería), 14- Pasaje de la Volta de Santa Eulàlia, 15- Puerta de Santa Eulàlia, 16- Prisión de Santa Eulàlia, 17- Plaza de la Vila de Madrid, vía y necrópolis romana.
Abajo, a la izquierda, se ha marcado la zona que acumula los topónimos de “Santa Eulália” anteriores, entorno al supuesto monasterio de Santa Eulalia de les Arenes .
En la parte superior está señalada la zona relacionada con los topónimos que tienen una relación con el “Camp o Terra de Santa Eulàlia” que, como se propone más adelante, englobaría los terrenos donados al monasterio anterior.
La terra de Sancta Eulalia
Era imprescindible para todo monasterio contar con suficientes terrenos agrícolas para su subsistencia.
Y para que los monjes pudieran cumplir con la norma benedictina fundamental - ora et labora -, sus terrenos debieran estar cerca del monasterio (antes templo martirial) de Santa Eulalia. En este caso los terrenos tuvieron que ser cedidos o donados por el obispado del fundador Quirico. En realidad este sería el esfuerzo más esencial y costoso para la fundación de este monasterio. Unos terrenos que, con toda naturalidad, serían llamados el Campo de Santa Eulalia (o ager Sanctae Eulaliae, o terra de Sancta Eulalia) en los documentos medievales. Esta sencilla y razonable explicación del origen del Campo de Santa Eulalia no había sido propuesta hasta el momento. Y resultará ser la llave para localizar topográficamente al monasterio de Santa Eulàlia y a estos sus campos.
En esta piedra se ayudaba la niña Eulàlia , a subir en su caballo, está en el patio de los Capuxins de Sarrià.
Las tierras donadas al monasterio por Quirico (el Camp de Santa Eulàlia) debieran haber revertido al obispado al abandonarlo los monjes y transformarse aquel primer monasterio en la parroquia de Santa María en la llegada de los musulmanes.
Incorporadas al conjunto de las demás propiedades del obispado, aquellas antiguas tierras del monasterio fundado por Quirico podrían haber seguido siendo conocidas durante siglos como el ager o terra de Sancta Eulalia. Documentalmente, incluso aparecen hasta mediados del siglo XI, como del “mismo campo” (de ipso campo) cerca de otra iglesia posterior, también dedicada a Santa Eulalia, al norte de Barcelona (Santa Eulàlia del Camp).
En la figura VI-II, figuran con su posición aproximada diversas huellas del Camp de Santa Eulàlia en la documentación Altomedieval,- (Llamadas11 a 16) Gracias a la existencia de los muchos topónimos ya descritos sobre esta Santa en las cercanías de Santa Maria del Pi,- (4) En relación con la donación de terrenos al monasterio de Sant Pere de les Puel∙les por su fundador Ludovico Pio (Diago, 1603)40,- (5 o 5’) A partir de la situación aproximada de la posterior iglesia de Santa Eulàlia del Camp.- (4. 6, 7 y 8)
Gracias a un documento notarial de Sant Pere de les Puel∙les del año 1
(Más, 1914, Vol. 13: 260-261, Apéndice XXIII; Abadal, 1926-1952, Vol. II: 323) . La situación de Santa Eulàlia del Camp En el año 874 d.C., el obispado de Barcelona presenta una querella ante el rey contra Recosindo por una muy anterior usurpación del Camp de Santa Eulàlia, cuando era obispo Juan. Esto sitúa el expolio del Camp de Santa Eulàlia antes del año 858 d.C., que según Abadal es cuando Adaulfo sucede a Juan en el obispado (Abadal, 1926-1952, Vol., II: 349-350). El pleito se extiende pues desde mediados del siglo IX hasta el año 878 d.C., en el que el rey decide a favor del obispado (Ponsich, 1770: 190-192; Flórez, 1775a: 182-184; Abadal, 1926-1952, Vol. II, 1ª parte: 430-433). . Santa Eulàlia del Camp se crea el año 874 d.C., durante el sínodo de Attigny (Fábrega, 1958: 95). se funda, de nueva planta, y es la segunda iglesia dedicada a ésta en Barcelona. Y el obispado la sitúa donde se sospechaba vagamente que había estado su tumba, en el Camp de Santa Eulàlia. Sin duda, la posición de Santa Eulàlia del Camp contribuye a situar topográficamente al Camp de Santa Eulàlia. El episodio del pleito del obispado nos ha documentado al Camp de Santa Eulàlia antes del año 858 d.C. Es pues anterior a la iglesia de Santa Eulàlia del Camp, fundada el año 874 d.C. No es entonces posible que el Camp de Santa Eulalia tomase su nombre a partir de esta segunda iglesia dedicada a la Santa. Aunque ésta es una tesis que se ha mantenido con frecuencia, Cronológicamente es sin duda al revés. La iglesia toma el nombre de Santa Eulàlia del Camp por estar en el campo del mismo nombre. Y los documentos posteriores también lo sugieren La iglesia de Santa Eulàlia del Camp no está localizada con precisión arqueológica. Está documentada desde el año 986, citando a un lugar como “que está junto a Santa Eulàlia extra muros”41. Este manuscrito es el documento 3 del diplomatario de Pardo i Sabartés. Y, de nuevo en el año 102 d.C. “delante de la puerta de Barcelona en el lugar llamado del mismo campo”11.
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40 Las copias de la Crónica del monasterio de Sant Pere más conocidas son inconsistentes topográficamente y semánticamente . La referencia de Diago a la donación de terrenos por Ludovico Pio es con mucho la más fiable, al no utilizar topónimos erróneos y anacrónicos.
41 - qui est ad Sancta Eulalia foris muros - (Pardo, 1994: 30-33)
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Y en otros dos documentos fechados en 1080 y 1125 d.C. se refieren a lugares con las mismas palabras,- “en el lugar que llaman del mismo albañal, que esta junto a la misma vía, la cual prosigue junto a la nombrada Santa Eulàlia”42, en el Fondo de Santa Ana del Archivo Diocesano de Barcelona. Los dos están resumidos por Alturo como los documentos 115 y 196. Es un posible indicio de que la iglesia de Santa Eulàlia del Camp estaba situada muy cerca del Merdançar, y en su parte alta, porque en estos años el Merdançár ya había sido desviado aguas abajo.
Fábrega sitúa la iglesia cerca de la riera y puerta de Jonqueres (Fábrega, 1958: 95-101). Pero Duran y Sanpere la supone cerca del Arc de Triomf unos cientos de metros más al este, cerca del Portal Nou (Duran i Sanpere, 1972: 468, 526). Aunque, como Fábrega, señala que en el año 1293 d.C. los monjes abandonan el monasterio por la insalubridad del lugar. Lo que evoca de nuevo una cercanía al Merdançar. Jaspert la sitúa al “norte de Barcelona” como Fábrega, pero en su figura 1 está situada más al este, en concordancia con la tesis de Duran i Sanpere (Jaspert, 1993: 195).
Pero ambas son ubicaciones totalmente compatibles con la posición estimada del Camp de Santa Eulàlia en este estudio. Aparentemente la posición en el portal de Jonqueras medieval (el punto 5’ en la fig. VI-2) concuerda mejor con “delante de la puerta de la ciudad de Barcelona” y con “en el lugar que llaman del mismo albañal”. Y no otorga una extensión tan considerable al Camp de Santa Eulàlia. Por otro lado, el testamento de Sendred Livol, del año 1054, dice “y concedo a mi nieto Poncio mi mismo alodio que tengo en Santa Eulália del mismo campo”24. Pero unas décadas antes una señora Livol (livol femina) poseía unos terrenos en este entorno, al oeste del monasterio de Sant Pere de les Puel∙les según un documento del año 1 (Más, 1914, Vol. 13: 260-261, Apéndice XXIII). Si fuese el mismo terreno, como sería razonable conjeturar, Santa Eulàlia de ipso campo debiera estar realmente cerca del portal medieval de Jonqueres.
En la lista de propiedades en el manuscrito del año 991, tanto las tierras del predicto monasterio Sancti Petri, como la terra de Santa Eulalia y la terra de Santa Maria tienen un origen eclesiástico. Nos aparecen como unos jalones relacionados con el obispado, que definen esta franja de terrenos orientada de este a oeste, al norte de la ciudad43. Coincidiendo con la donación de Ludovico Pio para la
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42 - in loco qui vocatur ad ipsa clavaguera, qui est ad ipsa via, quae pergit iuxta sanctae Eulalie praedictae - (Alturo, 1985: 135, 211).
43 De este a oeste desde el monasterio de Sant Pere de les Puel∙les, un alodio perteneciente a Sant Pere entre dos vías importantes, en contacto por el oeste con un terreno de la terra de Santa Eulàlia. De nuevo al oeste de esta terra de Sancta Eulalia, un terreno de Sant Pere que tiene a su vez al oeste otra terra de Sancta Eulalia. Hay un, o unos, límites no localizados y de nuevo hay citada una viña y una aldea de Sant Pere. Tras otros límites no identificados aparece un terreno de Sant
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fundación del monasterio de Sant Pere de les Puel∙les. Y cercanos o inmediatos al presunto monasterio benedictino de Santa Eulalia de las Arenas frente a la puerta oeste de la ciudad. Así como inmediatos a Santa Eulàlia del Camp, al norte de Sant Pere.
Prudentemente entonces, se puede aceptar que se da una probabilidad nada despreciable de que el Camp de Santa Eulalia original se extendiese desde las cercanías de la iglesia del Pi y de la plaza Arenaria, hasta cerca del monasterio de Sant Pere de les Puel∙les.
Mientras que por otro lado, considerando la falta de topónimos, los documentos, - la topografía, - la geomorfología del entorno de Barcelona del siglo VII al siglo XI y la ausencia de otros indicios fiables en el este de la ciudad, en este momento no es posible considerar a una alternativa creíble para el Camp de Santa Eulàlia en el entorno a Santa Maria de Mar (Juliá, Riera, 2014). Y por tanto tampoco se pueden imaginar allá el monasterio fundado por Quirico, la tumba de Santa Eulália y la tradicional iglesia de las Arenas, Y por tanto tampoco tiene fundamento la existencia de un anfiteatro en el arrabal del Mar. En manuscritos de los siglos IX a XII solo conocemos dos iglesias en Barcelona dedicadas a Santa María, la del Pi al oeste de la ciudad y la del Mar al este. La domus Sanctae Mariae Virginis debe ser la una o la otra. Los documentos mismos no permiten dilucidar directamente cual.
La posibilidad de que Santa Maria del Pi pudiera ser la domus Sanctae Mariae Virginis solo había sido estudiada por Fábrega. Pero en 1958 se conocía muy poco de lo escasamente habitable que era el entorno de Santa Maria del Mar entre los siglos VI y IX. Y Fábrega no lo consideró decisivo. Tampoco pudo tener presente este poco conocido texto de Olimpiodoro, ni la hipótesis de unas Arenas en el lugar de Santa Maria del Pi (Fábrega, 1958: 111). Absoluta, la evidencia actual a favor de Santa Maria del Pi es abrumadora.
Sin ser ciertamente Pere que linda con la terra de Sancta Maria, probablente del Pi, al tener un torrente al norte. Los sondeos muestran que junto a la calle Cardenal Casañas corría un torrente durante el Medioevo. (Más, 1914, Vol. 13: 260-261, Apéndice XXIII; Abadal, 1926-1952, Vol. II: 323).
Hasta ahora, no había sido posible localizar topográficamente, de forma verosímil al anfiteatro de Barcino, ni a la primera iglesia martirial de Santa Eulalia, a la iglesia mencionada por Olimpiodoro de Tebas a principios del siglo V, a la iglesia-monasterio de Santa Eulàlia fundado por el obispo Quirico, a la domus Sanctae Mariae y a Campo de Santa Eulalia, todos ellos conocidos por los documentos o por las tradiciones. Tampoco se había podido situar la iglesia conocida como Santa Marie de las Arenas en tradiciones tardías.
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Yo no tengo un interés económico sobre mis trabajos arqueológicos e históricos . Solo busco que mis hipótesis sobre nuestra ciudad lleven a acciones de las instituciones responsables. Adoro a esta ciudad. Puedes copiar y dar difusión a mis teorías. Más aún si puedes darles más audiencia.
El problema es que si bien yo he recibido mucho soporte, y creo que la evidencia es muy fuerte, esta es poco tangible.
Pero la silueta de la elipse esta allá desde hace 1700 años. Y probablemente estará muchos años más pidiendo una explicación.
Lo mejor es que las ideas (que critico) que se publican sobre la Barcelona romana no son creíbles ni se pueden soportar científicamente. Pero Barcino es un gran negocio para muchos profesionales. Para estos, tu amigo es en realidad un estorbo, o peor aún un aficionado.
Estimado Lluis, muchas gracias por hacerme partícipe de tu gran libro y dejarme editar en 25 capítulos toda tu sabiduría.
Me ha encantado hacerlo, ya de despedida te envío estas palabras de agradecimiento, como tú y lo sé ,que eres muy meticuloso, si añades algún hallazgo más, me lo haces saber y lo añadiremos a tu fabuloso libro, que ya me he comprado.
Un beso.