MI VIDA Y MI HISTORIA
Homenaje popular al gastrónomo Cabau, que se suicidó en un mercado barcelonés
Barcelona 3 ABRIL 1987
Los restos mortales del prestigioso gastrónomo y restaurador catalán Ramón Cabau fueron despedidos ayer por miles de comerciantes y clientes del popular mercado barcelonés de La Boquería. Cabau, que se suicidó el pasado martes en el interior del citado mercado, era farmaceútico, abogado y perito agrícola, pero su gran popularidad se debía al prestigio adquirido por el restaurante Agut d'Avinyó, que el creó en 1962. Ramón Cabau, que sufría frecuentes depresiones desde que vendió su restaurante, ingirió cianuro tras recorrer el mercado por última vez.Tras desprenderse de Agut d'Avinyó, Cabau se retiró a su finca, donde cultivaba hortalizas que luego vendía a los comerciantes del propio mercado de La Boquería. Agustín Moliné, director de dicho mercado, manifestó ayer que había quedado desbordado por el gran número de llamadas y cartas, de toda España y de muchos países europeos, interesándose por el fallecimiento del restaurador.
Sobre las 11.30 de la mañana de ayer el mercado de La Boquería quedó vacío. Comerciantes y clientes salieron a la Rambla barcelonesa para decir su último adiós a Cabau. Los asistentes depositaron sobre el féretro dos grandes coronas dedicadas A l'amic Ramon (Al amigo Ramón) y, después de un gran aplauso, guardaron un minuto de silencio. Los restos mortales del prestigioso restaurador fueron conducidos seguidamente al cementerio de Montjuic, donde recibieron sepultura.
* Este articulo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de abril de 1987
La Boqueria, ya no es lo que era, hoy he ido y me he quedado triste y decepcionada.
Los puestos a los que yo solía ir, se han convertido en puestos de 2 zumos por 2 €; hay a montones .
Qué pena me ha dado,y lo que veis alrededor del mercado, restaurantes para guiris, no te dejan ni pasar, ell@s a su aire, ni compran, ni dejan comprar.
Pobre gente la de los puestos, ¡que ha pasado? no tod@s se han jubilado, se habrán hartado de las pocas ventas y los turistas solo iban a hacer fotos, al final nosotr@s los compradores dejaremos de ir también...Qué desastre, que pena me ha entrado, qué decepcionada he vuelto.
Ahora con lo de Gràcia caída en des-Gràcia, tampoco se atreve la gente a ir a comprar al mercado de La Albacería, que está enfrente del Banco Expropiado, yo iba mucho a Gràcia y al final entre unos y otros van a acabar con el sustento de muchas personas que llevan toda su vida luchando por sobrevivir e irse a la ruína, qué fuerte lo que está pasando, yo, no lo digiero...!!!